Ando caminando

con precaución

a veces demasiada
y me pesa la carga de este cuidado
tal vez por oportunidades q he pasado
y dejo pasar
pero espero en Su señal
que ilumine Su lumbrera a mis caminos
estos que no domino
pues por mí yo correría
a ojos cerrados
pero las cicatrices me recuerdan
que son las mismas piedras
que me hacen tropezar.

Así que abro hoy los ojos
pupila al cielo
y clamo por claridad
y El, al concederme mi anhelo
me hace volar en libertad.

por Héctor Millán