Nunca he creído que las personas nazcan para el éxito. Si fuera así nadie tendría que esforzarse tanto, ni atravesar el umbral de la frustración una y otra vez. Entiendo que las personas no nacen para el éxito, luchan por él. El concepto luchar implica un esfuerzo; esfuerzo que muy pocos están dispuestos a realizar.

Hay algunas cosas que ejercen una fuerza contraria al esfuerzo y nos mantienen en una posición neutral: no empeoramos nuestra calidad de vida, pero jamás avanzamos hacia el éxito. Una de ellas es nuestro entorno, las personas que nos rodean, el estilo de vida de nuestra familia, nuestro nivel socioeconómico y nuestro nivel académico influencian en las decisiones que tomamos diariamente y en la proyección que hacemos sobre nuestras vidas para el futuro. No es difícil notar que cuando vemos pasar un grupo por la calle usualmente tienen algunas cosas en común, la vestimenta, el vocabulario y posiblemente hasta la forma de caminar. Así mismo muchas veces miramos a nuestro alrededor y creemos que lo hemos visto todo. La realidad es que una persona exitosa debe plasmar una meta en su mente sin razonar respecto a las probabilidades y a cuantos lo han logrado.

Otra cosa que nos aleja del éxito es la indisciplina. Un  postulado bíblico dice que la persona de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Lo que quiere decir es que una persona que piensa un día en lograr algo y el próximo día no le interesa; nunca da un paso hacia el frente en ningún área de su vida. El ser una persona disciplinada implica muchas veces posponer lo que nos gustaría hacer para hacer lo que debemos, teniendo siempre en mente cual es nuestro objetivo. Parte importante de ser disciplinad@ es la organización. Por ejemplo; para realizar un proyecto sería buena idea contar los días que restan para que sea completado y dividir el trabajo en tareas más pequeñas que serán completadas cada día para que no nos ahogue todo lo que tenemos que hacer.

Ser disciplinad@ te dará algunos beneficios inmediatos: reducción del nivel de estrés que es importante para una buena calidad de vida, efectividad respecto a alcanzar las metas en menos tiempo, disciplina en todas las áreas de la vida y posteriormente el éxito. Es decir, lo que te llevará al éxito es tener una meta y ser diciplinad@.

EXHORTACION PARA HOY:

Proponte una meta sencilla, que implique cierto grado de esfuerzo y que realmente quieras lograr. Por ejemplo: esta semana no te comas las uñas: córtalas, decide dedicar 30 minutos diarios a leer un libro, come vegetales, trota media hora; en fin, hay un sinnúmero de cosas que podrías hacer para comenzar. Lo importante es comenzar… hoy.

–          Jesmarie Meléndez