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Rensis Likert reconoció que no hay normas ni principios universales válidos para todas las circunstancias y situaciones. Por ende, propone una clasificación de sistemas de administración, definiéndolos bajo 4 perfiles organizacionales. Cada perfil describe un estilo administrativo. Los sistemas administrativos se caracterizan en relación con 4 variables: su proceso decisorio, el sistema de comunicaciones, la actitud con respecto a las relaciones  interpersonales y el sistema de recompensas y sanciones.

El Sistema 1, el cual Likert nombra “Autoritario coercitivo”, es el más rígido y autocrático. En cuanto al proceso decisorio, todo lo organizacional es establecido en la cima jerárquica. Esto puede provocar errores en la planificación porque desde la cima no se aprecia la información recopilada en la ejecución de los procesos. En este sistema la comunicación es estrictamente vertical y fluye en forma descendiente. El desarrollo de relaciones interpersonales entre obreros es evitado porque se desconfía de las organizaciones informales que se puedan establecer y hay un énfasis en las sanciones para reforzar las políticas. El Sistema 2 es muy similar al 1, pero es un poco más condescendiente, por cuanto Likert lo llama “Autoritario benevolente”.

Los Sistemas 3 y 4, “Consultivo” y “Participativo” respectivamente, se identifican con sistemas más abiertos a confiar y delegar responsabilidades en las diversas jerarquías. En estos, se estimula el trabajo en equipo y se reconoce que para fomentar un fluir eficaz, la comunicación es esencial en grupos que se vinculan a otros por medio de “hilos de vinculación superpuesta”. El Sistema 4 es el más democrático y sus 3 aspectos principales son: la utilización de principios y técnicas de motivación en lugar de la tradicional dialéctica de recompensas y sanciones, los grupos de trabajo son altamente motivados y estrechamente enlazados, y la adopción de principios de relaciones de apoyo. Hay un énfasis en variables intervinientes, como las actitudes, motivaciones y percepciones de todos los miembros,  en vez de las casuales, que son los controles, la estructura organizacional y las políticas. Este énfasis, según Likert, producirá un efecto más positivo sobre las variables resultantes, que son los lucros, la satisfacción y productividad y la calidad.

Para que organizaciones se evalúen y determinen su estilo administrativo, Likert elaboró un cuestionario. El Perfil Organizacional de Likert permite a las empresas identificar sus estilos en cuanto a las 4 variables, ya que los 4 Sistemas no tienen límites definidos entre sí. Así, si la organización se encuentra con demasiada rigidez en cuanto a los sistemas de comunicación, puede analizar sus resultados y hacer las modificaciones necesarias.

por Héctor Alfredo Millán

Referencias:

  1. Chiavenato, I. Introducción a la teoría general de la administración, 7ma Edición, 2007. McGraw-Hill