Las organizaciones, en su variada complejidad en cuanto al manejo de recursos humanos, comercialización y producción, requieren un constante proceso de toma de decisiones. “Buena parte de las decisiones administrativas pueden tomarse con base en las soluciones sustentadas en ecuaciones matemáticas que simulan situaciones reales, que obedecen a determinadas ‘leyes’ o regularidades” (Chiavenato, 1995). Analicemos ahora el proceso decisorio y veamos cómo podemos estructurarlo:

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El proceso decisorio

La toma de decisiones se puede estudiar desde dos perspectivas: el proceso y el problema. La perspectiva del proceso se concentra en las etapas, la secuencia de actividades que conlleva dicho proceso. Se propone que el proceso decisorio se divide en tres etapas: determinación del problema, identificación de las posibles alternativas de solución, y selección de la mejor alternativa para el caso. Esta perspectiva es criticada porque se enfoca casi exclusivamente en el procedimiento y no en el contenido de la decisión. Al contrario, la perspectiva del problema es orientada hacia la solución. Se enfoca en la eficiencia de la decisión pero es criticada por no indicar los medios suficientes para implementar las soluciones. Como en todo, la clave está en mantener un enfoque balanceado entre ambas perspectivas.

Decidir es seleccionar, entre varias opciones, una sola alternativa. Implica un proceso amplio de reflexión, búsqueda, acopio de conocimiento, creatividad, educación y evaluación. Una decisión siempre implica selección, pero no al revés. La simple selección no implica los atributos de percepción, imaginación, conocimiento, cómputo y evaluación que son las características de una actividad humana inteligente (Pavesi). Una máquina puede seleccionar, pero no decidir.

Existen dos tipos extremos de decisión:

  • las decisiones programadas
  • las decisiones no programadas

Las decisiones programadas exigen datos adecuados y repetitivos, condiciones estáticas, certeza y previsión. Este tipo de decisión produce una tendencia rutinaria. Conlleva investigación de operaciones, un análisis matemático, modelos y simulaciones en sus técnicas. Conduce a estructuras organizacionales, políticas, directrices, metas, programas, normas y reglamentos. Las no programadas, al contrario, se pueden tomar con datos inadecuados y únicos, condiciones dinámicas, incertidumbre e imprevisión. Es un proceso de toma de decisiones al momento y mal estructurado que se basa en la solución de problemas (apagando fuegos). Requiere juicio, intuición y creatividad en sus técnicas de ejecución. En su implementación como estilo organizacional, conlleva el entrenamiento de ejecutivos en nuevas políticas y directrices para enfatizar el acoplamiento al estilo.

Toma de decisiones: Proceso hacia la solución de problemas

Los problemas se pueden clasificar generalmente por su grado de complejidad: problemas estructurados y problemas no estructurados. Un problema estructurado se puede definir porque sus variables son conocidas. El problema no estructurado no puede ser claramente definido porque una o más de sus variables se desconoce (Chiavenato, 1995). ¿Qué se requiere para estructurar nuestros problemas? ¿Cómo podemos identificar las variables?

Investigación de operaciones

La investigación de operaciones adopta el método científico como estructura para la solución de problemas. Incorpora el enfoque sistémico al reconocer que las variables internas y externas de los problemas están interrelacionadas y son interdependientes.

El método de la investigación de operaciones se desarrolla en seis fases:

  • Formulación del problema
  • Construcción de un modelo matemático para representar el sistema de estudio
  • Deducción de una solución del modelo
  • Prueba del modelo y la solución
  • Establecimiento del control sobre la solución
  • Implementación de dicha solución

Este método es aplicable a los campos de organización y gerencia, ausentismo y relaciones de trabajo, economía, decisiones individuales, investigación de mercados, eficiencia y productividad de personas y máquinas, organización de flujos en fábricas, métodos de control de calidad, prevención de accidentes, organización de cambios tecnológicos, logística en cuanto a transportación, almacenamiento y distribución, y comunicaciones. Existen modelos establecidos de simulación pero por lo general, las situaciones exigen su diseño individual para cada caso.

Ventajas de la teoría matemática de administración

El modelo matemático trabaja en la resolución de ambos problemas estructurados y no estructurados al permitir que la administración descubra y analice los aspectos que normalmente no podrían verse en una descripción verbal, también ayuda a identificar los datos cuantitativos ausentes y necesarios para hallar soluciones. Este modelo también ayuda a proporcionar relaciones entre causas y efectos de situaciones pasadas, útiles en análisis conducentes a planes futuros. Al permitir el procesamiento de datos numerosos y complejos en equipos electrónicos, hay más probabilidad de conducir a soluciones adecuadamente justificables.

Tomemos decisiones informadas 

La investigación de operaciones es necesaria para el análisis de sistemas organizacionales. La teoría matemática propone modelos que simulen situaciones reales de la empresa que podrán ser elaborados mediante resultados cuantitativos documentados estadísticamente en equipos electrónicos. Al tener la data en un sistema computadorizado, la administración puede tomar decisiones de forma más informada y objetiva.

Referencias:

1. Chiavenato I., Introducción a la teoría general de la administración. 4ta Edición, 1995. McGraw Hill, Interamericana

2. Pavesi, Teoría de la decisión. Según recopilado el 13 de abril 2012 de http://www.scribd.com/doc/7352272/Pavesi-Teoria-Decision