topnews.in

Me encanta ver las biografías de las celebridades porque pienso que me pueden dar ideas sobre cómo alcanzar el éxito. Ver como gente común y corriente alcanza grandes cosas en la vida me parece alentador. Una de las biografías de las que pude tomar una enseñanza valiosa fue la de Mathew McConaughey. Durante todo el documental de su vida solo hubo una cosa que capturó mi atención por completo. Fue que un día él estaba pasando por una tienda y vio un libro; el título no lo recuerdo pero sé que estaba relacionado con el arte de vender. Tras leer el libro se dio cuenta de que trataba sobre venderse uno mismo. Si vemos a McConaughey hoy día es un actor millonario de Hollywood, una persona que aprovecha cada oportunidad para hacer ejercicios y para tener experiencias nuevas, más que otra cosa experiencias culturales y desafiantes. Antes de ese libro, el era alguien como tú y como yo: muchos sueños y aparentemente pocas probabilidades.

1. Vio un libro en Una tienda

Cada uno de nosotros debe buscar siempre la forma de crecer, de conocer más, en última instancia: superarse. Leer aumenta nuestro intelecto, nuestra creatividad, nos da ideas y nos ayuda a elaborar el ser que queremos ser. Para poder saber quien queremos ser debemos saber quiénes somos hoy; solo así sabremos lo que nos falta.

Creo que todo aquello que nos rodea nos da la oportunidad de aprender algo, de corregir algo; de estar cada día más cerca de lo que queremos ser. Podemos dividir nuestra vida en la persona real, que es la que soy ahora mismo y la persona ideal, que es quien quisiera ser. La persona ideal no es una persona ajena a la que admiramos a tal grado que quisiéramos ocupar su lugar en la vida. La persona ideal es aquella que siempre imaginamos que seríamos. Por ejemplo: personas exitosas con una familia unida, con poder económico suficiente, etc, etc. Creo que la persona ideal sí es alcanzable, pero cuando la hayamos alcanzado surgirán algunos cambios que en ese punto de la vida comenzaremos a perseguir.

2. Comenzó a trabajar su mente

Todos los cambios permanentes deben comenzar de adentro hacia afuera. Cambiar nuestra manera de pensar acerca de nosotros mismos reflejará una seguridad y una paz que todos desearán. Abrir nuestra mente y descubrir allí todo lo que conocemos, todas las habilidades o destrezas que son valiosas y echar mano de ellas.

Desarrollar buenos hábitos nos hace crecer como persona también. Saber administrar nuestro tiempo, de forma tal que nos permita un espacio para momentos de espiritualidad, momentos de aprendizaje, momentos de autoevaluación, momentos de ayudar al prójimo, de compartir y de hacer cosas productivas, cumplir con las responsabilidades, con las promesas que se hacen y proponerse dar lo mejor cada día. Esas cosas que pasamos por alto pueden afectar nuestra vida positivamente, probablemente más que un millón de dólares.

Tener metas nos mantiene enfocados en la vida, nos hace sentir que cada día cuenta y que no estamos perdiendo el tiempo. Hace que los recursos que vamos adquiriendo tengan un propósito y que haya una continuidad. Las cosas que requieren esfuerzo, que requieren planificación, nos ayudan a disfrutar más de los resultados y mejoran nuestro autoconcepto. El autoconcepto podría definirse vagamente como lo que piensa cada uno sobre sí mismo.

3. Trabaja constantemente con su físico

McConaughey, ha sido criticado por los medios en muchas ocasiones porque aprovecha cada oportunidad para ejercitar su cuerpo. Es decir, dondequiera que esté, aprovecha cualquier cosa para hacer abdominales, push-ups, correr y trabajar cualquier otra parte de su cuerpo que le sea posible.

Es de conocimiento general, aunque siempre se diga que lo importante es como es la persona en su interior, que la primera impresión puede ser fuertemente influenciada por el aspecto físico. Tomar control sobre nuestro cuerpo nos ayuda en más de un área de la vida, nos hace sentir competentes. Una persona que cuida su cuerpo, se siente bien con si misma, se proyecta bien y llama la atención de forma positiva por su energía. El cuidar nuestro cuerpo, darle la atención necesaria, nos ayuda a alargar la vida de una forma digna. “Lo que no se usa se daña.” Tomar control de lo que comemos, de cuanto dormimos, ejercitarnos y ser responsables con nuestros compromisos – por ejemplo- da una sensación de balance, de bienestar, ayuda a canalizar mejor el estrés porque se sabe que se hace lo correcto.

A la hora de ir a una entrevista de trabajo, las personas tienden clasificar a los aspirantes primeramente según cómo se ven, cómo están vestidos, cómo se expresan y luego ven el resumé. Las personas que están sobre el peso adecuado son vistas como personas lentas, que no tienen ninguna fuerza de voluntad y por consiguiente que no podrán cumplir con todas las tareas necesarias; aunque esto no sea cierto. Al igual que las personas que tienen un exceso de timidez no son tan tomadas en consideración como las personas que se dejan sentir, que están llenos de vida, que han tenido algún tipo de disciplina en algunas áreas de la vida. Definitivamente la apariencia física influye mucho en la percepción del que nos rodea y la forma en que nos proyectamos.

4. Se nutre de experiencias culturales y espirituales

Muchos han dejado de lado la espiritualidad, posiblemente porque no se puede ver o porque no hay una forma en que las demás personas la puedan medir. Espiritualidad es un concepto bastante amplio que no se circunscribe a una religión. Se trata de un estilo de vida donde puedes sacar un tiempo para reflexionar, observar la naturaleza, conocerte internamente, evaluar las faltas y celebrar los triunfos. Los triunfos hay que celebrarlos porque nos hacen sentir realizados, es reconocer que los esfuerzos que hacemos tienen su recompensa y nos estimula a seguir adelante con proyectos nuevos y más grandes. Aunque la espiritualidad aparenta ser algo que no se ve, cuando se decide tenerla, afecta todo lo que se hace y es notorio al mundo.

5. Hay que atreverse

Ya que hemos mejorado tantas cosas tenemos que atrevernos a tocar puertas grandes. Chris Brogan, un bloguero reconocido en Estados Unidos; quien constantemente es invitado a dar conferencias por las que se le paga mucho dinero porque se entiende que sabe de lo que hace y de lo que habla: en uno de sus últimos artículos habla sobre ese temor que sentimos todos a enfrentarnos a cosas nuevas porque creemos que la gente sabrá que en realidad no sabemos tanto. Hasta cierto punto, nadie sabe tanto. He escuchado a personas con empleos formidables donde he pensado: “pero si yo tengo más ideas, de seguro que yo lo haría mejor…”. Cabe la posibilidad de que sea así, pero nunca lo sabré si no me atrevo a tocar puertas grandes confiando en todas las cosas que poseo a mi favor.