530176_10151302101275299_2134874295_nCuando estés exponiendo un mensaje delante de otros, los últimos momentos son los de mayor potencial. El cierre puede rescatar un mensaje falto de sustancia y dejar a tus oyentes impresionados ante la “sabiduría” que posees. También puede dejarlos con la impresión de que no sabes de lo que hablas, aunque durante el mensaje completo los hayas bombardeado de herramientas valiosas de conocimientos prácticos.

¿Cuál es el impacto del cierre?

Vas a querer que tus oyentes se vayan de tu presentación con 2 elementos que puedes impartir mediante tu discurso: 1) un nuevo conocimiento valioso y 2) la acción de cambio que ese nuevo conocimiento les impulsará a realizar. Si logras que el cierre selle el punto principal en sus corazones y los mueva a una acción, lograste tu objetivo y jamás te olvidarán; ni a ti, ni a tus palabras. Esto implica referidos, ventas, futuras invitaciones, o cual sea tu meta.

Imaginación y creatividad:

No quieres que digan que tu estilo de oratoria se parece al de otra persona. Quieres establecer tu propia marca personal como persona de influencia. Así, que lamento notificarte que no existe un cierre perfecto universal. El cierre perfecto es tu cierre perfecto. La clave está en ligarlo al resto de tu mensaje para que se sienta que resumes el discurso completo sin repetirlo, y que la acción que intentas moverlos a realizar sale de su propia voluntad, como si la idea se le hubiera ocurrido a ellos.

Estrategias para tu cierre perfecto:

  1. Llévalos al comienzo. Hablar del principio de un proceso tiende a provocar una reflexión sobre los puntos de partida y las nuevas oportunidades. Volver al comienzo de tu discurso también les impulsará a que hagan memoria del mensaje completo hasta llegar ahí, lo cual también hará resaltar ciertas partes que ahora serán retenidas. Si comenzaste con la historia de una vivencia personal, por ejemplo, puedes cerrar con alguna lección que aprendiste de la experiencia.
  2. Haz que el llamado a la acción sea lo más claro posible. Durante el discurso hiciste una descripción detallada del problema, ahora detalla la solución. En unas pocas oraciones cortas y precisas, y en palabras simples, explícales los pasos a seguir para llegar de Punto A (situación problemática) a Punto B (solución). Puede que el problema que describes es una falta de conciencia social sobre asuntos ecológicos, o la falta de conocimiento de que existe un producto maravilloso que puede rescatar a la población de perderse en el abismo de tener que fregar luego de cocinar. Cualquiera que sea, déjales saber que la solución es fácil y económica.
  3. Citas. Estudios han demostrado que la gente está más propensa a confiar en información nueva si conocen a la persona que se la provee. Por eso las marcas utilizan celebridades en sus anuncios. Puedes hacer uso de esta estrategia al presentar una cita de alguna persona reconocida entre el grupo. Con esto hay que tener cautela, porque la cita debe inspirar una reflexión interior relacionada al tema de tu mensaje. Evita citas muy filosóficas.
  4. Rétalos. Cuando retas a alguien a probar tu método, es como si estuvieras dando garantía de que funciona. Rétalos a intentar esta nueva opción, a salir de su situación actual, y a no conformarse. Rétalos a tomar acción, porque tienen la capacidad de hacerlo.

¿Sabes de alguna otra estrategia para cerrar con estilo? Me encantaría que me contaras en la sección de comentarios debajo de este artículo. 

*Este es el 3er articulo de la Serie Hablando en público. Puedes leer los otros 2 aquí:

Hablando en público: 7 Estrategias para cautivar en la introducción

Lo que hablas en público va formando tu marca personal