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Yo no creo que sea muy indefenso. Creo que me sé manejar bastante bien. Tal vez tú también. Creo que me conozco bien. Sé lo que quiero, y voy hacia eso. Puedo tomar mis propias decisiones. Tal vez tú también.

¿Por qué entonces Jesús sintió compasión por la multitud cuando la miró y vio la gente como ovejas sin pastor? (Mateo 9:36)

¿Cuáles son los beneficios que Dios ve en que tengamos un pastor? ¿Qué es lo que hace un Buen Pastor?

“Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las conduce afuera.” –Juan 10:2-3

Aquí se enfatizan 2 factores que las ovejas necesitamos de nuestros pastores: Confianza y Resultados.

  1. Confianza: La forma en que el pastor logra acceso a sus ovejas es por medio de canales aceptados (la puerta). El portero, o el acceso, es la comodidad que uno siente cuando observa en el pastor (o la pastora) una intención genuina de cuidado. En el momento en que se percibe que se trata de entrar por otra parte o con otra intención, la confianza puede ser quebrantada. Y dicha confianza es la que abre a la oportunidad de cercanía, al conocernos bien (a sus ovejas llama por nombre).
  2. Resultados: Observa que las ovejas estaban en un redil, encerradas. El pastor “las conduce afuera”. ¿Afuera de qué? ¿En qué estamos encerrados? La mayor parte de las veces, en nuestras propias opiniones erradas que nos han dado pobres resultados en la vida. Podrían ser opiniones que no nos ayudan a establecer relaciones saludables, ni con quienes nos rodean, ni con Dios. Podrían ser opiniones respecto a lo que está bien y lo que está mal (puede ser así de simple, y puede ser muy útil en mediación de conflictos). También podríamos estar encerrados en nuestros temores, rencores, confusiones, pecados… la idea es que el pastor se supone que nos dirija hacia fuera de nuestros problemas. ¿Tendrán todas las contestaciones a nuestras preguntas? Mi experiencia ha sido que Dios pone una gracia especial en Sus pastores elegidos, una sabiduría al aconsejar.

“Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas.” –Juan 10:11

Las ovejas no pueden ver bien, por eso necesitan tanto de su pastor. Nosotros, sin cobertura espiritual, perdemos de perspectiva muy fácilmente las intenciones de Dios en nuestras vidas. Nos desenfocamos ante cualquier distracción. Necesitamos un cuidado constante. Mucho seguimiento. Muchas conversaciones, mucha consejería, y mucha dirección para poder crecer espiritualmente.

Y ahora te voy a presentar la razón más importante, por qué necesitamos ser pastoreados:

Quieres que Dios ejerza dominio sobre tu vida y que te ayude a ejercer dominio propio. Quieres que te lleve de gloria en gloria. Quieres salir victorioso de las pruebas, perseverando hasta hacer de tu corazón uno apto para ser usado por Dios. Quieres ver la manifestación del poder sobrenatural de Dios en tu vida.

Pues hay un camino, y te lo voy a explicar.

El capítulo 11 de Marcos cuenta cómo Jesús, luego de haber manifestado poder sobrenatural por medio de milagros de sanidades y liberaciones, fue confrontado por los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos…

“y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te dio la autoridad para hacer estas cosas? Y Jesús, respondiendo, les dijo: Yo también os haré una pregunta; y respondedme, y os diré con qué autoridad hago estas cosas: El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Respondedme.” Marcos 11:28-30

Ellos no le supieron contestar, así que Jesús tampoco les contestó claramente. Pero, ¿por qué les hizo esa pregunta? ¿Cómo es que la contestación de esa pregunta les contestaría también respecto a la autoridad con la que manifestaba su poder?

Hay una relación entre la manifestación del poder de Dios en tu vida y el sometimiento a cobertura espiritual.

¿Quién bautizó a Jesús? ¿Cómo comenzó formalmente su ministerio? Juan Bautista.

Jesús no necesitaba ser pastoreado. No necesitaba ser ordenado por hombre. No necesitaba ser bautizado para activar la unción del Espíritu Santo. Eran uno ya. Pero Dios quería establecer un punto, como suele hacer en todo. Establece un orden.

Estableció que no hay poder sin autoridad, y no hay autoridad sin cobertura. Ciertamente el bautismo de Juan era del cielo, y la cobertura establecida por medio del acto también.

Y evidentemente, Dios valora mucho el sometimiento a la autoridad:

“Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas.” Romanos 13:11

No sé tú, pero yo…

La realidad es que no me sé manejar tan bien. Puedo ser muy impulsivo, puedo devaluar el largo plazo, puedo pasar momentos de ceguera en los cuales me dejo llevar completamente por sentimientos, orgullo y avaricia. Me puedo desviar muy fácil.

Necesito ser pastoreado. Yo quiero que Dios se manifieste en mi vida. Quiero que me lleve de gloria en gloria a través de Sus procesos hasta ver la victoria, hasta ver mi corazón convertirse en uno agradable a Él, hasta poder ver Su dominio, y por ende Su bendición, sobre mi vida.

Y todo aquel que no asiste a ninguna iglesia, ¿quién le pastorea?

“También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.” –Juan 10:16

Cristo te anda buscando, pregúntale a un pastor respecto a cómo encontrarte con El.