1530318_10152457654500299_2140944243_nIdentificamos tantos “retos” en el manejo de los grupos que dirigimos, sea una familia, un departamento en tu trabajo, un ministerio de iglesia, etc.

Observemos los “síntomas” y propongamos el tratamiento necesario a nivel de liderazgo.

  1. Síntoma: División / Falta de Unión en el Grupo

Ya después de haber definido y expresado la visión al grupo, será necesario que el grupo se una y camine juntos para poderla materializar. El versículo 4 del Salmo 23, en el cual el salmista describe a Dios como su pastor, nos revela la estrategia divina para mantener un grupo unido:

“Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”

La vara y el cayado del pastor era lo que usaba para azotar a las ovejas que, por el camino, comenzaban a alejarse del rebaño. Las azotaba para acercarlas al grupo. De ese modo las libraba de que quedaran desprotegidas y susceptibles a caerse por riscos peligrosos. También, mientras el grupo ande los caminos desconocidos  necesarios para alcanzar las metas difíciles, el salmista entendía que cerca del pastor encontraba seguridad.

Ahora, la vara del pastor simboliza disciplina. Esto no se trata de reprender. Para hacer cumplir la disciplina, es necesaria la autoridad. Los policías necesitan graduarse de academia para poder ganarse la placa, ponerse el uniforme y lograr el respeto de los ciudadanos, para entonces poder hacer cumplir las leyes. Así mismo, los líderes debemos ejercer disciplina personal de forma notoria, ese será el uniforme que nos dará autoridad en la disciplina.

Tratamiento para este año: Más disciplina personal para  contrarrestar el esparcimiento del rebaño (mi falta de disciplina personal divide al grupo).

2. Síntoma: Ovejas débiles / Gente con poco para dar

Las ovejas llegarán hasta donde las lleve el pastor. Si se pasan en lugares donde escasea el alimento espiritual y emocional, veremos grupos con más necesidad de lo que tienen para dar. Se van los esfuerzos en atender estas necesidades, en vez de ver el fruto que el grupo puede dar. Le corresponde al líder averiguar lo que necesita el grupo y llevarlo hasta ahí para que sea lleno.

Tratamiento: Más búsqueda para aclarar la visión hacia lugares de alimento; pan fresco para que el grupo crezca saludables y llegue a los lugares de mejor desempeño. El buen desempeño llevará la satisfacción, la satisfacción llevará a más victorias.

3. Síntoma: Ovejas muy gordas / Gente pesada, lenta, deshidratada

Si vemos que el grupo ya tiene los conocimientos para poder lanzarse hacia las metas, pero no lo hacen, puede que estén deshidratados. Mucha comida pero poca agua; por ende, cansancio rápido. Veremos pobres resultados operacionales, tal vez muchos proyectos incompletos. El agua oxigena el cerebro, acelera el funcionamiento cognitivo y aumenta la vitalidad. El Espíritu Santo es nuestra agua y vitalidad. El Espíritu Santo da el sentido, nos enseña para qué nos alimentamos y hacia donde tenemos que ir para desempeñarnos. Nos enseña el mejor ejercicio para quemar lo que comimos y nos llena de fuerza para hacerlo.

Tratamiento: Buscar el agua espiritual, llenura del Espíritu Santo mediante la oración y el ayuno, para impartir de su santa unción sobre el grupo, así llenándolos de vitalidad.

Líder, este es tu año. Recuerda, las ovejas irán hasta donde las lleve su pastor, pero lograr que te sigan requerirá que te ganes su confianza. Seamos intencionales en nuestro liderazgo para dar ejemplo de lo que esperamos, conocer al grupo y así ganar el acceso a su confianza y respeto.

“Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.

A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.” -Juan 10:2-3