si algo pidieras en mi nombre

“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” -Juan 14:14

Llevar un mensaje “en nombre de” alguien, es hablar de parte de esa persona. Ese poder nos es confiado: hablar de parte de Jesús aquí en la tierra. Incluir la frase “en el nombre de Jesús” en nuestras oraciones no debe ser un acto repetitivo sin sentido ni mecánico. Es llave de acceso al cielo que abre paso para nosotros hacia el respaldo divino, pues Cristo vino a reconciliarnos con nuestro Padre, Creador del cielo y la tierra (2 Corintios 5:19). Jesús hacía la voluntad del Padre en la tierra, y era respaldado por el poder del Espíritu Santo, el mismo poder que lo resucitó de entre los muertos. Ese poder está disponible para nosotros, todos aquellos que hemos sido salvos por El, al orar en Su nombre.

Cuando oramos en Su nombre, ¿por qué no vemos algunas cosas suceder?

Algunas peticiones requieren espera por la batalla espiritual que desencadenan:

“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.” – Daniel 10:12-13

Hay otras peticiones que no veremos contestadas porque las pedimos en nombre de Dios, pero son cosas que Dios nunca diría.

“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” -Santiago 4:3

El propósito principal de la oración

Algo sí debemos entender. Más que actuar como un mago, que hace “trucos” maravillosos solo por hacer un espectáculo, a Dios le interesa conquistar nuestros corazones hasta enamorarnos de Él. Muchos procesos estarán dirigidos hacia llevarnos a mayor entrega, mayor intimidad y cercanía con Él para fortalecer nuestra vida espiritual. ¿Por qué? Simplemente, porque nos ama y le interesa pasar tiempo con nosotros.

“Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” –Mateo 17:21

Si verdaderamente le amamos, también querremos pasar mucho tiempo con Él. Como añadidura, veremos algunos maravillosos milagros suceder.