man in despair

Parecería como si las pruebas difíciles estuvieran en el calendario de Dios, ¿verdad? Como las auditorías en las organizaciones. De repente nos sentimos un poco cómodos, un poco acostumbrados a las operaciones del día a día, y ahí llega el escrutinio. Mientras estábamos relajados, tal vez debimos haber pensado: “wow, ya me toca un buen proceso que me haga llorar en angustia y en desespero”.

La prueba de cerca:

A mí me gusta correr por las tardes, y mi ruta cruza por al frente de un parque de béisbol. Hoy mientras pasaba, había algunos 5 o 6 jóvenes practicando. Me estuvo peculiar que el lanzador no le tiraba la pelota al bateador desde el montículo, sino desde un punto casi a la mitad del camino. Tal vez más cerca de la mitad del camino.

¿Tan cerca???

Sí, así de cerca.

Y me hace perfecto sentido: Si en la práctica nos acostumbramos a un mayor nivel de dificultad, estaremos elevando nuestras probabilidades de victoria y conquista.

El propósito de la prueba:

La Biblia relata que Jesús, antes de comenzar formalmente su ministerio, justo después de ser bautizado en las aguas, “fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo” (Mateo 4:1).

¿Por qué fue necesario que pasara por el desierto antes de comenzar su ministerio? Porque el desierto, la prueba, es el lugar donde tenemos la oportunidad de vencer. Vencer nos da autoridad. Y la autoridad es necesaria para conquistar.

La autoridad que ejerció Cristo en el desierto al resistir cada tentación del diablo fue la plataforma que lo elevó por encima de cada próximo reto que confrontó, dándole la victoria en todo, incluyendo la cruz.

La prueba es tu plataforma:

¿Sientes al lanzador demasiado cerca y se te está haciendo difícil batear sus ataques? Dios ha permitido que se te acerquen algunas pruebas porque ha decidido para este tiempo entrenarte de cerca. Ha aumentado los niveles de dificultad en la práctica para elevar tus niveles de conquista en el juego real.

Las pruebas de hoy te están dando la oportunidad de ejercer autoridad en Cristo. Esta autoridad te impulsará por encima de los retos que han estado entre medio de ti y las bendiciones que más has anhelado.

Así, que a batear se ha dicho.