Sé que he cometido muchos errores en mis intentos por promocionarme (entre otros tipo de errores, jeje). Comencé un negocio de jardinería a finales del 2006 y me costó muchísimo crear clientela. Analizando la situación con otros emprendedores, encontré que los comerciantes cometemos errores comunes a la hora de tratar de mercadear nuestros productos.
Les presentaré una sinopsis:
1. Lo 1ro que debemos mirar es la calidad de nuestro producto. No importa cuánto invirtamos en mercadearlo, si lo que vendes no sirve, no sirve.
2. A veces le damos más importancia al mensaje del anuncio que a lo que realmente hacemos en la compañía. Hay un efecto psicológico que tienen las promociones sobre el ser humano, uno que mayormente hace que las personas inmediatamente identifiquen que la cosa se trata sólo de vender un producto más, y nos ponemos a la defensiva. Aunque en muchas ocasiones la publicidad disfrasada de diversión o entretenimiento es efectiva, compañías nuevas (marcas no reconocidas) no se pueden dar el lujo de provocar una primera impresión dudosa. El consumidor tiene que poder identificar fácil y rápidamente el producto que ofreces y porqué es mejor que la competencia.
3. El proceso de mercadeo es tedioso. Muchas personas están bajo la errónea impresión de que al pegar un letrero en un poste, la cuenta bancaria va a sobrecargarse de forma mágica. Lamentablemente, no es así de fácil. Yo he tratado con flyers, anuncios en la radio, las Páginas Amarillas, internet… hay que seguir porque necesito más clientes. Debemos observar el ejemplo de las grandes empresas, que establecen un presupuesto de publicidad a base de un porciento de los ingresos. Tuve que invertir tiempo y dinero y moverme para conseguir esos primeros 2 ó 3 (y si quieres crecer, este proceso no debe terminar, hay que seguir probando diferentes medios y alternativas), pero la palabra de un cliente satisfecho siempre tendrá el mejor impacto. Honestamente, mi mejor publicidad ha sido el testimonio.
4. El Marketing es “simplemente” conocer a las personas. Para tener un impacto positivo y real sobre las personas, para poderlas acercar efectivamente hacia nuestro negocio, nos tenemos que mostrar sensibles. Nos tenemos que poner en sus zapatos, averiguar sus gustos, sus preferencias, sus necesidades. Al fin y al cabo, es su dinero y lo van a invertir en lo que a ellos les plazca.
-Héctor Millán