Te veo
Cómo cada reto
En un tren de carga, en un vagón
Lento
Para el fuego más carbón
No reviento
Me mantengo en movimiento
No me detengo
Paso firme, pero lento
Con cuidado, con pausa y meditación
Pero en acción, aunque prisa tengo
Por verte, abrazarte, al cielo alzarte
En mis brazos extenderte y entregarte
Agradecerte ante las nubes
Con la oportunidad, me subes
Tres lágrimas en dirección al suelo
Alcanzan sólo mi cuello
No de tristeza, ni desespero
Sino de esperanza, pasión y fuego
Fe
/
Pero a veces quisiera ver la imagen al revés
Subir al cielo un trueno
Viajar en el tiempo
Probar este sueño
Palpar cada deseo
Caminar en la visión, ver sembrado ya el terreno
Tomar del jugo del fruto
Extraer semilla de la mejor cosecha, sembrar de nuevo
Ver crecer y crecer
Hasta apagar la mecha, cortar y sembrar el nuevo sueño
/
Mi semilla
Y ver crecer, desde tan chico
Que quepa en mi antebrazo, tan tierno e indefenso
Alimentar, regar con conocimiento
Abonar con luz, fe y amor
Cariño, fuerza y tanto calor
Para que extrañe su hogar
Nuestro nido
Tú conmigo
En la cabina del chofer
De este tren que no hace paradas,
Sólo anda, sólo viaja
Sólo ve y trabaja
Sólo ama
/
Y tú conmigo
En la cabina del chofer
No más cómo una carga, cómo un vagón
Sino cómo combustible que impulsa al corazón
A seguir viajando, seguir amando
Seguir logrando, sueños llorando
En este tren
Que es mi machina del tiempo
/
por Héctor Alfredo Millán
El sector sanitario privado ofrece una perspectiva positiva de su evolución en España, en donde representa el 30 por ciento del conjunto de la asistencia sanitaria, no sólo http://www.sanidadprivada.es porque volvió a crecer en el último ejercicio, incluso con la creación de nuevas empresas, sino porque se sigue invirtiendo en el mismo.
Pese a todo, http://www.sanidadprivada.es y según explicó el directo general de Aliad, Julio González Bedia, el crecimiento “moderado” de los últimos años demuestra el carácter “anticíclico” de la sanidad privada.