¿Qué es una ola en el mar, sino el impulso que contribuye a una fuerza colectiva? Así somos, como hendiduras en una superficie, sobresaliendo, cada cual con su energía, con su propósito específico; para hacernos sentir, empujar y halar.
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Y, ¿qué hago yo en este mar con sólo verte,
sino puedo tocarte o conocerte
o intentar entenderte,
tal vez hasta tenerte?
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Me pudiera estar acercando
si tú quisieras, te pudiera estar abrazando
Dios sabe que hasta besando…
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Pero esperando el momento oportuno
esperando Su señal
la de Él en ti, por más ninguno
aguanto mi impulso.
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Para correr mi ola
al lado de la tuya,
de las dos hacer una
y que de nuestra unión
nazca la emoción,
el cariño y la pasión.
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De dos olas
hacer un solo amor
de dos corazones
crear un solo calor.
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Tal vez disfrutemos de su regalo
si así Él en ti lo ha deseado
pues, ¿de quién es el amor,
sino del Creador?
¿De dónde es la emoción,
sino de su mismo corazón?
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Mi ola corre sola,
espera.
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Por Héctor Alfredo Millán