Todos contamos con 24 horas al día. Para algunos es suficiente; para la mayoría de nosotros no. ¿Cómo podemos descansar de forma efectiva con estilos de vida tan agitados?
¿Cuál es la importancia de descansar?
La falta de descanso produce que disminuyan nuestras facultades mentales cotidianas además de falta de concentración, cansancio, sueño e irritabilidad. El descanso nos ayuda a reparar nuestro sistema. Nos ayuda a lidiar con el estrés y por consiguiente a prevenir enfermedades cardiacas.
Con estilos de vida tan agitados no nos percatamos de lo rápido que pasa el tiempo y de lo poco que estamos descansando. Descansar hace que podamos dar el máximo en las actividades que realizamos a diario sin desgastarnos. Descansar lo que hace es recargarnos la batería.
El mejor ejemplo de la importancia de descansar es Dios mismo. Habiendo terminado la creación, descansó el séptimo día. Dios, un ser supremo y omnipotente, descansó. Jesús mismo cuando se encontró con la mujer samaritana, dice la biblia que, estaba cansado del camino. Así que se sentó junto al pozo.
¿Cómo se descansa?
Si de descansar se trata, lo primero que viene a la mente es una estadía en un hotel lujosísimo. Si llevamos la mente al hotel, por más cómodo que sea, no descansaremos. El descansar va mucho más allá de dormir o relajar el cuerpo. El descanso requiere que le demos un espacio a nuestra mente para pensar en otras cosas. Un momento para apreciar la naturaleza, para simplemente reflexionar acerca de todo lo que se tiene. Podemos ir a vacacionar, pero si nuestra mente se mantiene ocupada en los mismos problemas es como si estuviéramos en el mismo lugar de siempre.
¿Qué puedo hacer para siempre encontrar tiempo de descanso?
Creo que el primer paso para todo es la organización. Organizar todas las cosas que tenemos que hacer y planificar cómo y cuándo las hacemos puede ser la estrategia más poderosa. Nos ahorra tiempo y esfuerzo.
Tips para una organización efectiva
- Siempre es bueno comenzar el día temprano. Nos da más oportunidad de realizar tareas en el día. Esto no quiere decir dormir menos. Solo se trata de aprovechar las horas más productivas de cada día.
- Agrupa las tareas que puedas hacer simultáneamente. Por ejemplo: escuchar la biblia en audio mientras conduces, hacer llamadas mientras realizas labores domesticas, etc.
- Designa un tiempo para descansar. Pensar que el tiempo que sobre luego de realizar todas las tareas será el momento de descansar es ingenuo. El tiempo nunca sobra, el tiempo se administra.
- En la medida que sea posible asigna horarios o un límite de tiempo para cada tarea. En este punto se debe ser realista. Utilizar una cantidad de tiempo prudente, sin dejar las tareas a mitad; tampoco perdiendo tiempo.
- Sé flexible. No siempre las cosas resultan como se planifican. Para este fenómeno se debe tener un plan B y tiempo para remediar. No permitas que te cause estrés.
Por lo general somos negligentes con nosotros mismos y nos dejamos siempre para el final. Si dedicáramos un tiempo para descansar seriamos más efectivos y con menos esfuerzo.