Hace poco, estaba en mi casa con mi esposa y comenzó a llover. Mejor dicho, cayó un diluvio. Nuestro bebé se había acabado de quedar dormido para su siesta y nuestras mentes comenzaron a correr.
“Vamos a mojarnos en la lluvia”, le dije.
“¿En serio?”, me preguntó Jesmarie.
“Claro…”, le respondí.
Sucede que mi esposa nunca se había mojado en la lluvia. Probablemente sí, corriendo de su auto a algún edificio. Pero a propósito, haber decidido salir a mojarse en la lluvia, nunca. Tremenda oportunidad.
Buscamos toallas, nos cambiamos de ropa y salimos al patio.
Al principio, fue todo como un chiste. Muchas risas. Hasta que nos acostumbramos a la temperatura y a las gotas que nos refrescaban. Entonces, sucedió lo que jamás nos hubiéramos esperado: tuvimos una conversación profunda. De pie en el patio, entripados bajo la lluvia, nos pusimos a dialogar. Hablamos de viejos tiempos, recuerdos del ayer, reflexionamos acerca del futuro… fue iluminante.
“Esto estuvo espectacular”, le dije al finalizar. “Vamos a documentarlo”, y tomamos algunas fotos.
Pero no vengo a hablarte de un tiempo lindo y romántico.
Te voy a revelar el secreto del éxito en las relaciones de pareja. Se compone de 3 conceptos: experiencias, profundidad y transparencia.
- Experiencias: Combate la monotonía, es demasiado tentadora. Rompe los patrones. Escuché a un pastor recomendar una salida a solas semanal con tu pareja. No tiene que ser un viaje a Disney World ni un crucero. Ni tan si quiera a un restaurante. Aunque sea una hora a la semana en la que salgas solo con tu pareja a caminar por el vecindario, o a algún parque cercano, agarrados de mano. Comer un helado, alquilar kayaks, ir a la playa, al cine o al teatro… algo, pero solo ustedes dos. La idea es que nunca llegue el momento en el que no recuerdes la última vez en que disfrutaron un tiempo juntos. Llenen su almacenamiento mental de ricas y variadas experiencias. En el compartir del tiempo es que se da el cuidado de la relación.
- Profundidad: Debemos crear oportunidades para profundizar en conversaciones. La costumbre podría ser un estilo de vida muy ajetreado. Debemos ser productivos, pero también debemos ser diligentes en cuanto a la atención de nuestras parejas. Parafraseo: debemos atender a quien nos acompaña en la vida. Permítele desahogarse. Dale consuelo. Desahógate tú y déjate consolar. La más íntima confianza se logra en esta dinámica de cuidado.
- Transparencia: Durante las experiencias de compartir, en la profundidad de las conversaciones íntimas, no escondas tu verdadero ser. No te cohíbas. No retengas tu propio humor, ni tus heridas dolorosas. El amor se edifica sobre un fundamento de confianza y respeto. Si tu pareja se ha ganado tu confianza y respeto, se merece tu transparencia. La sinceridad será el barco que transportará la relación a la isla de la intimidad real. Ahí es donde encontrarán el tesoro de conocerse.
Más importante aún, el momento perfecto para ser romántico es: cualquier momento. Por la mañana antes de salir, por la tarde cuando se vuelvan a ver, cuando anden haciendo cualquier diligencia doméstica o familiar… aprovecha para agarrarle la mano. Detente en el pasillo y dale un beso. Vivan en un abrazo constante.