“Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.” -Juan 12:3
Dejándonos llevar por el modelo bíblico de María, una adoradora apasionada por Jesús, podemos ver algunos elementos necesarios para adorar de forma que provoque una transformación de atmósfera en la aroma de la Gloria de Dios.
1. La Entrega: Judas dijo que el perfume de María se pudo haber vendido por 300 denarios (Juan 12:5). Probablemente, ese perfume “de mucho precio” era lo más valioso que María tenía. ¿Qué es lo más valioso que tenemos? En oración, el Señor ponía en mi corazón que lo más valioso que Él nos dio es el libre albedrío. En el principio, Adán y Eva tuvieron todas las cosas a su disposición, pero por encima de eso estaba la capacidad para decidir qué hacer.
Adoración no se trata de cantarle una canción bonita a Dios, se trata de una transacción que se da en medio de lo que cantas. Entregas lo mejor de ti al Rey, Él lo recibe con agrado y te bendice. Lo mejor de ti, lo más valioso, es tu voluntad.
2. Cómo se Entrega: “Ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos”. Estar a los pies de Jesús es la mayor señal de entrega, y la mayor expresión de adoración. Hay muchas personas que aman cantar, danzar y practicar demás artes para Dios, pero eso no es pasión por Dios. Eso es pasión por el arte.
Adoración es un diálogo, una transacción comunicativa entre 2 partes: Dios y tú. Tú le entregas a Dios tu corazón por medio de un canal (oración, canción, danza, etc.), y Dios responde con Su bendición (impartición de Su Presencia, llenura del Espíritu Santo, sanidad, liberación, palabra profética, sabiduría, paz, etc.).
“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” -Juan 4:24
Adorar en espíritu NO es adorar en un talento. No estoy menospreciando el talento, el talento es el canal. El canal tiene que ser efectivo para poder entregar la adoración. Hay que aprender de otros acerca del talento y practicar para desarrollarlo, pero el talento NO es la adoración. Adoración es la expresión de tu pasión POR DIOS.
TU PASIÓN POR DIOS TIENE QUE EXCEDER TU PASIÓN POR EL TALENTO. Dios es espíritu, y la adoración que Dios dice que es NECESARIA, es en espíritu. Se trata de lo que ocurre en espíritu, NO en el talento.
¿El tiempo que inviertes en Dios (oración, Biblia, ayuno, etc.), excede el tiempo que inviertes en tu talento?
La contestación a esa pregunta, te señala tu mayor pasión. Adoración centrada en talento humano, producirá tremendas exposiciones de talento humano. Adoración centrada en Cristo, producirá tremendas exposiciones de Cristo en nuestras reuniones. Y siempre que Cristo se expone delante de un grupo, expone Su poder sanador y libertador.
María “enjugó con sus cabellos”. Para las mujeres israelitas, el cabello es un asunto de INTIMIDAD. Cuando una mujer israelita se casa, comienza a tapar su cabello con un velo, dejándole saber al público que ya no está disponible para más nadie.
Si le entregaste tu corazón a Cristo, tu adoración ya no puede estar disponible para más nadie.
La mujer israelita solo demuestra su cabello en privado con su esposo. María enjugó los pies de Jesús con su cabello, en otras palabras le entregó su intimidad a Él.
¿A quién le pertenece tu intimidad? Adoración es lo que traemos al Rey Jesús, y NO PUEDE HABER ADORACIÓN EN ESPÍRITU, SIN INTIMIDAD EN ESPÍRITU.
Nuestra adoración en público, será un reflejo de nuestra intimidad con el Rey.