“les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.” -Juan 18:4-5
Frecuentemente he escuchado hablar de Judas como el traidor. En efecto, se nos hace muy fácil enfocarnos en su traición, porque nos encanta el drama. Nos encanta tomar las cosas a lo personal, nos encanta tener algo interesante que contar, ¿y qué más jugozo que un chisme sobre un conflicto interpersonal?
Pero si vemos, Juan no menciona la palabra “traidor” cuando se refiere a Judas, sino “el que le entregaba”. Prepárate para cambiar tu manera de ver a Judas:
La palabra griega para “entregar” que se usó en el escrito original es “paradidomi”, significa “dar en las manos de otro, provocar que uno sea llevado”.
Hoy necesitas entender que NO HAY MOVIMIENTO DE UNA ETAPA DEL PLAN DE DIOS A LA PRÓXIMA, SIN ENTREGA.
Se requería un Judas que entregara a Jesús a Su Cruz para que se cumpliera Su propósito en esta tierra, propósito que nos produjo un potencial de salvación a todos nosotros. Así mismo, posiblemente te has molestado con una persona que simplemente te está entregando a tu cruz: esa próxima etapa del plan de Dios donde se manifestará tu propósito. Y así como en Jesús, el cumplimiento de tu destino divino traerá bendición no solo a tu vida, sino también a todos a tu alrededor.
Así, que dale gracias a Dios por tu Judas, porque te está acercando al cumplimiento de tu llamado.