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Recibimos regalos muy a menudo. Muchas veces los estamos esperando, y aceptémoslo, los “hints” han sido enviados con anticipación para que llegue lo que pediste. Pero a mí los regalos que más me gustan son los inesperados.
Un gran regalo que he recibido, y que nunca había reconocido como tal, es la capacidad que me ha dado Dios para servirle. Los dones espirituales son la capacitación dada por Dios para servirle, provienen del Espíritu Santo y son otorgados por Dios de acuerdo a Sus propósitos (Diccionario Bíblico Holman). Existe gran variedad de estos dones a disposición de Dios. Puedes reclamar tus dones en oración según tu propósito y disposición. Aun si ya estás usándolos, Dios te dirá donde son necesarios.
La diversidad de dones existe por la diversidad de necesidades y de caracteres. En el cuerpo de Cristo, o sea la iglesia, encontramos tal diversidad. A saber existe el don de milagros. Este don manifiesta el poder de Cristo sobre todo lo creado, nada está fuera de su Señorío. Este don puede manifestarse de diferentes maneras por eso también se le conoce como don de sanidades. El don de sabiduría ha sido otorgado a aquellos llamados a aconsejar a otros. Un consejo sabio debe ser pedido a aquél que cuenta con tal conocimiento para salir de una situación difícil. Con el corazón y la mente sintonizados con el Espíritu Santo recibirás tu respuesta de quien posee la sabiduría.
Otros dones son de servicio, para dar ayudar, cuidar y guiar. De instruir, el de sana administración, el don de misericordia, interpretación de lenguas, capacidad para interpretar espíritus malignos, capacidad para discernir necesidades espirituales. También hay personas que tienes dones, y llamados, como apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, maestros, servidores, administradores y ayudantes.
Los dones, además de regalos, son herencia de Dios. Son paz en medio de la tribulación, solo se consiguen por medio de la experimentación de la existencia del Príncipe de Paz y la entrega de la situación a Él para que asuma su posición. El perdón de pecados sólo Dios puede otorgarlo. El perdón es algo que yo procuro a diario, junto con la vida eterna.
Los dones son muchos pero el Espíritu que los otorga es uno y lo hace de acuerdo a su sabiduría. Ninguna iglesia puede funcionar sin ellos. Las necesidades son amplias y complejas. Reclama tu regalo, te está esperando, es tu herencia, disponible para que lo comiences a usar de inmediato. Comunícale a Dios tu disponibilidad para el servicio y de acuerdo al propósito para el cual Él te escogió, te dará el tuyo. El pozo de la provisión está disponible para todos.
Los dones no son para engavetarlos, son para el uso y disfrute del cuerpo de Cristo. !Ora por los enfermos, muévete a servir y Dios obrará a través de ti!
