¿En algún momento has sentido que tu jefe detiene el progreso de tu área de trabajo? Uno de los mayores retos en cada organización es la definición de su liderato, ya que la calidad del gerente puede determinar la motivación de su equipo y la capacidad general para alcanzar metas. He aquí algunas de las destrezas y funciones esenciales de un gerente; sin menospreciar su labor actual porque nadie realmente sabe lo que hay en la olla, sino quien la menea:
Proactividad y Dinamismo
Comencemos hablando de acción: el gerente debe proyectar lo que espera de su grupo. Si quiere que su gente trabaje, él/ella debe trabajar. Si quiere que su gente trabaje más, él/ella debe trabajar más. La misma regla aplica si se quiere más comunicación, más iniciativa, más puntualidad, más atención, más responsabilidad, etc. Se nos hace muy fácil descansar en las instrucciones, pero se nos olvida que el ejemplo es mucho más efectivo para transmitir un mensaje.
Organización, responsabilidad y diligencia
Antes de elegir un gerente, esta persona tiene que demostrar que puede alcanzar metas dentro del tiempo establecido, haciendo buen uso de los recursos disponibles. Sea llevando su agenda en su Smart phone, Tablet o en una libreta tradicional, el punto es que todo lo que se requiera, se cumpla. Las tareas gerenciales para nada son mecánicas; al contrario, son multifacéticas y se llevan a cabo en diversos panoramas. Nada se puede descuidar: las peticiones de los empleados deben ser atendidas con prontitud (ya que su motivación ejercerá influencia sobre la calidad de su trabajo), servicio al cliente, gestiones con suplidores, planificación, comunicación y ejecución de instrucciones administrativas… la organización es clave para poder cumplir con todo lo necesario.
Destrezas comunicativas
A la hora de llevar un mensaje verbal, debemos tener en mente que hay palabras que causan un efecto psicológico adverso. Frases como “tú tienes que hacer esto” o “no puedes hacer eso” pueden llevar al receptor a una rebeldía interna. Puede pensar: “no tengo que hacer nada” o “puedo hacer lo que yo quiera”. En vez, llevar un mensaje personal dirigido desde adentro hacia afuera minimiza el efecto confrontador: “yo necesito que hagas esto, porque…”. Para corregir, también existen estrategias efectivas: (1) siempre comienza con algo positivo (“me gustó tu iniciativa cuando hiciste…”), (2) siempre sé específico para se entienda de qué se está hablando (“pero el jueves pasado, luego de la reunión, me llamó la atención que…”), (3) siempre explica por qué estuvo mal (“las consecuencias de haber hecho eso son…”) y finalmente, (4) siempre termina con un refuerzo que se pueda percibir como recompensa (“si corregimos esto, mejoraremos las relaciones laborales, aumentaremos la productividad, los bonos de navidad llegaran más remunerados, etc.”).
Pensamiento crítico y adaptación a los cambios organizacionales
El gerente debe ser experto en su campo. Debe dominar su producto, conocer las tendencias de sus clientes y entender la contabilidad detrás del influjo entre ingresos y gastos. Además, debe estar al tanto de los nuevos desarrollos en el mercado: adelantos tecnológicos aplicables a su producto, nuevos programas de educación especializada, cambios sufridos por sus clientes para poder ajustar las estrategias de mercadeo, aumentos en precios de materiales, etc. El análisis crítico es vital para poder elaborar nuevos planes que incluyan la actualización de todos los elementos influyentes.
Analizando:
¿Tu gerente cumple con sus funciones? No dudes en dejar tu comentario, la retroalimentación es oro.
Por Héctor Alfredo Millán