En estos días mi familia y yo hemos experimentado circunstancias que causan congoja en nuestro corazón. No que no lo hayamos vivido antes, es que cada situación adversa trae temor, abatimiento de corazón y a veces tienen la capacidad de asumir una posición de prioridad en nuestro pensamiento.
Yo sé que no estoy hablando de nada nuevo, en el mundo tendréis aflicción es una promesa bíblica. Estamos en un mundo corrupto, hacemos y nos causan mal, vienen situaciones que no procuramos, enfermedades, accidentes, muertes, y vienen otras por causa de decisiones mal tomadas o decisiones tomadas a destiempo.
Hay un pasaje en La Biblia que me gusta mucho:
“Convertiré todos los montes en caminos” -Isaías 49:11
Para mí significa que en el camino (la vida), los montes (la adversidad) tienen la capacidad de frenar el paso, de reducir el ritmo de avance. El caminar requiere un ritmo, una veces acompasado y otras torpe, lento, a rastras, no importa como la hagas, encontrarás obstáculos que requerirán tomar decisiones.
Dios utiliza los montes para ayudarte a crecer. Son un medio para llevarte a Sus designios. Enfrentar y la forma de hacerlo es lo que cuenta. Siempre hallarás personas determinadas a detenerte. El solo pensamiento de eliminar esas personas o situaciones pudiera confortar tu vida momentáneamente. En realidad nuestro necio corazón no entiende que son precisamente estas situaciones y personas las que Dios ha colocado o permitido como medio para desarrollar en nosotros paciencia, para desarrollar dones y virtudes que hemos pedido anteriormente. Huir no es alternativa, esconderte tampoco lo es, evadir los hechos no te alejan por mucho tiempo, solo lo logras en tu mente, siguen allí.
Cada persona tiene que asumir sus riesgos y tomar sus decisiones. La tentación de impacientarnos, actuar a destiempo o decir una impropiedad, siempre estará presente. ¿Qué ganamos? Vivimos rodeados de personas llenas de resentimiento, amargura, desamor, frustración, vergüenza. La capacidad que tiene Dios y la promesa de hacerlo está allí. La paciencia solo se consigue atravesando el monte que tenemos en frente. Hoy la prueba parece intolerable, insoportable. El tiempo es perfecto para esperar con Cristo Jesús. Enfrenta tus pruebas con Él, por experiencia sé que no hay nada en la vida que hoy te atormente que Cristo no utilice para darte paciencia y crecimiento. La molestia de hoy se convertirá en utilidad para otro mañana. Dios coloca las montañas donde las ves hoy y las utilizará como camino de otro a su destino.
La intención de la prueba no es solo probar la dignidad, sino aumentarla. El roble no es solo probado en las tormentas, sino endurecido por ellas. No es importante preguntarnos “¿porque a mí?”, sino para que a mí. Enfocarnos, trazar un mapa mental desde el aquí y el ahora, la meta: un mañana mejor. Cambiar el lente óptico. Ninguna situación vino para quedarse. Solo pueden detener tu paso momentáneamente. El camino nuestro tiene nombre y se llama Jesús, el único camino que no tiene fallas, que promete llevarte a cumplir tu propósito y lo hará. Espero que la situación que atraviesas hoy se convierta en camino muy pronto y que la enseñanza quede grabada para bendición de otros. No te guardes el testimonio, compártelo y ayudarás a otro a avanzar y a atravesar ese monte que se le presenta.
Bendiciones