Recientemente aprendí algo muy interesante acerca del peso que pueden halar los caballos de tiro. Cada uno, individualmente, puede halar alrededor de 8,000 libras. Al pegar dos caballos, nos imaginaríamos que podrían halar alrededor de 16,000 libras juntos. Pero no, halan 24,000 libras. Dos caballos, trabajando juntos, VALEN POR TRES.
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Así nos sucede en los equipo de #adoración (y en todos los equipos). Cuando cada uno trata de hacer lo suyo por su cuenta, se logra menos. Si tan solo entendiéramos este principio del trabajo en equipo: juntos, el resultado no es sumado, es multiplicado. No es mi adoración más la tuya, es mi adoración MULTIPLICADA POR la tuya, produciendo una Gloria de Dios manifestada exponencialmente en la reunión; bendiciendo exponencialmente, transformando exponencialmente, sanando y avivando exponencialmente en el nombre de #Jesús.
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Lo complicado de esto es que para poder trabajar juntos como equipo, tenemos que verdaderamente estar juntos. Tenemos que verdaderamente estar unidos y en acuerdo. Eso requiere relacionarnos, compartir, preocuparnos los unos por los otros, atendernos, TENERNOS PACIENCIA Y COMPASION… en fin, amarnos.
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¿Cómo están las relaciones entre tu equipo?
