Por Pastor Héctor Millán
Introducción
En los evangelios encontramos numerosas ocasiones en que Jesús echó fuera demonios. Sin embargo, el texto de Lucas 22 nos muestra algo diferente: una de las pocas veces en que la Biblia registra que Satanás entró en una persona.
📖 “Entonces Satanás entró en Judas Iscariote, uno de los doce discípulos…” (Lucas 22:3)
Mientras las películas de Hollywood nos presentan imágenes grotescas de personas poseídas —trepando paredes o girando la cabeza en 180 grados—, la Biblia nos muestra una realidad mucho más sutil y peligrosa. El efecto más común del endemoniado no es lo espectacular, sino lo espiritual: la persona se convierte en una marioneta del diablo, movida por sus deseos y utilizada para ejecutar su voluntad.
A esto le llamaremos influencia espiritual: una intervención directa del enemigo para manipular las emociones, decisiones y acciones de un ser humano.
En este estudio, reflexionaremos sobre cómo Satanás utilizó la traición como herramienta de influencia en la vida de Judas, y cómo esa misma estrategia busca hoy endurecer los corazones de los hijos de Dios.
La Traición de Judas: Un Acto de Influencia Satánica
📖 Lucas 22:2–4
“Los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa tramaban de qué manera matar a Jesús, pero tenían miedo de la reacción de la gente. Entonces Satanás entró en Judas Iscariote, uno de los doce discípulos, quien fue a ver a los principales sacerdotes y a los capitanes de la guardia del templo para hablar con ellos sobre la mejor manera de traicionar a Jesús.”
Este pasaje nos muestra con claridad una de las influencias más directas del enemigo: la traición.
Satanás entró en el corazón de Judas y lo impulsó a entregar a Aquel que lo había amado, enseñado y llamado amigo. La traición no surgió de un momento, sino de un proceso donde la avaricia, el resentimiento y la falta de entrega total a Cristo abrieron una puerta al enemigo.
El Dolor de la Traición
¿Alguna vez has sido traicionado?
El dolor de una traición puede ser uno de los golpes más duros al alma humana. Rompe la confianza, hiere el corazón y puede llevarnos a endurecerlo si no lo tratamos espiritualmente.
Ese dolor —que mata, roba y destruye— no proviene de Dios. Es parte de la obra del diablo, cuyo propósito es dividir, sembrar desconfianza y enfriar el amor en nuestros corazones.
La traición se define como:
“Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener.”
En el texto de Lucas, Judas quebrantó su lealtad hacia Jesús. Pero esta historia no es solo un relato antiguo; es una advertencia viva para nosotros hoy.
Nuestra Lealtad hacia Jesús
El creyente está llamado a guardar su fidelidad a Cristo en todo tiempo.
📖 Apocalipsis 1:5
“Y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre.”
Jesús ha sido fiel a nosotros. Nos amó, nos redimió y nos llenó de Su Espíritu Santo. Prometió acompañarnos todos los días hasta el fin.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿hemos sido igual de fieles a Él?
Cuando Traicionamos a Jesús
Podemos traicionar a Cristo no solo con palabras o acciones externas, sino también con decisiones conscientes de desobediencia.
📖 Hebreos 10:26–31
“Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio… ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!”
Cada vez que elegimos el pecado después de conocer la verdad, quebrantamos nuestra lealtad hacia Jesús. Lo que Judas hizo con un beso, muchos lo hacen hoy con sus actos, pensamientos o indiferencia espiritual.
Reflexión Final
La traición no siempre viene de otros; a veces nace dentro de nosotros cuando dejamos de ser fieles a Cristo.
El enemigo sigue buscando corazones disponibles para usarlos como instrumentos de división y deslealtad. Pero el Espíritu Santo nos llama hoy a examinar nuestro interior, a renovar nuestra fidelidad y a cerrar toda puerta a la influencia espiritual del enemigo.
🙏 Oración:
“Señor Jesús, examina mi corazón. Si he quebrantado mi lealtad hacia Ti, perdóname. Límpiame con Tu sangre, restaura mi fidelidad y fortalece mi espíritu para resistir toda influencia del enemigo. Amén.”