En algún momento te has hecho la pregunta: “¿A dónde se va el dinero que genero?” Estoy seguro que, en tiempos de introspección, es un interrogatorio compartido colectivamente y ahora, que el trabajo y los ingresos están escasos, creo prudente compartir unos tips básicos para asumir control sobre las finanzas.

Nos hemos adaptado al ideal erróneo de que se supone que seamos influenciados y hasta controlados por nuestros gastos. Aquí, partamos de la premisa de que los principios de la contabilidad se establecieron para precisamente asumir control sobre las finanzas. La meta general es aumentar los ingresos y la mayoría de las veces esto se logra al controlar los gastos. Presupuesto en arroz y habichuelas: identificar los ingresos y las obligaciones para luego asignar los lujos.

1. Ingresos: Prepara una lista detallada de todos tus ingresos fijos. Para efectos de contabilidad, aplica el concepto de conservadurismo: subestima los ingresos y sobreestima los gastos. Hay más probabilidad de que ocurran gastos inesperados (como boletos de tránsito, tuberías rotas, etc.) que te aparezcan milagrosamente billetes de $100 en el bolsillo. Desglosa salarios, pensiones recibidas,  becas… todo dinero que entre constante y periódicamente. Es mejor si no incluyes chiripas, dinero que mañana te sobre es dinero que mañana te sorprenderá positivamente.

2. Obligaciones: Desglosa en esta lista todas tus obligaciones esenciales. Aquí va la renta, hipoteca, la escuela de los nenes, la compra, préstamos, cuido, agua, luz, transportación… lo esencial. No incluyas aquí los gastos del beauty, ni HBO (aunque yo soy un super fan de HBO), ni las salidas… ya mismo vamos a atender los lujos.

Hasta ahora, tu presupuesto se puede ver algo así (ejemplo):

Ingresos
Salario (semanal $400 x 4 semanas = $1,600 x 12 meses) $19,200
Gastos
Renta 4,800
Auto 4,800
Agua, luz (Utilities) 2,400
Gastos totales $12,000 (12,000)
Ingreso bruto $7,200

Luego de identificar el ingreso bruto, debemos proceder a establecer un plan de ahorro y asignar el presupuesto de lujos. Lo ideal sería separar un porciento mensual del ingreso bruto en una cuenta aparte de ahorros, preferiblemente inaccesible desde la ATH (puedes consultar esto con tu respectivo banco). La cantidad que separes mensualmente es totalmente a tu discresión, pero recuerda que el sacrificio que hagas hoy te ayudará a estar más cómod@ en el futuro.

Lo último son los lujos. Luego de separar tus ahorros, divide el restante de tu ingreso bruto entre los 12 meses del año y verás la cantidad máxima que puedes gastar en lujos.

Puedes ejercer control sobre tu vida, el control es esencial. No se trata de lograr hoy lo inalcanzable, se trata de trascender poco a poco, tomando las pequeñas decisiones hoy que te permitirán realizar tus sueños mañana.

-Héctor Millán