Mi esposo y yo hemos disfrutado de 35 años de felicidad conyugal.  Tenemos dos hijos casados, dos nietos y uno que está en este momento en camino. Hemos realizado dos hermosas bodas, celebrando junto a familiares y amigos.  Son momentos memorables, que se mantienen vivos en nuestras memorias: risas, comida, música, compañerismo, Coinonía.

El primer milagro celebrado por Jesús en sus años en este mundo, fue la conversión de agua en vino, precisamente en una boda a la cual Él había sido invitado.  La Biblia comienza y termina con una boda.  La unión de Adán y Eva, la palabra boda no se conocía pero Dios bendijo esa unión (la boda).  Termina con las bodas del Cordero en el Libro de  Apocalipsis o el libro de la Revelación, como también se le conoce.

En su libro El Discípulo Amado, Beth Moore describe este suceso como una situación incómoda para cualquier hijo de vecino, pero no para estos novios, ellos habían invitado a Jesús.  En la epístola de Juan 2:1-11 se narra la escena. Se termina el vino, María, la madre de Jesús, se entera de la situación y determina resolver el problema.  Le cuenta a su hijo y pareciera que Él desdeña la preocupacion.  Ella simplemente continúo su empeño de ayudar a resolver, dándole instrucciones claras y precisas a los sirvientes: Hagan todo lo que Él les diga.

Según ella y yo estoy convencida, María sabía que Jesús resolvería.

  1. Jesús fue invitado, cuando invitamos a Jesús nuestras fiestas son de lo mejor.
  2. Jesús ama las fiestas, especialmente si es pariente.  Tu Salvador, Redentor

¿Porqué hemos permitido el desenfreno en nuestras fiestas?  Dios nos creó con genuina necesidad de hacer fiesta y celebrar (Lev. 23)  Allí Él ordena que celebremos su bondad y su grandeza.

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Creo que es hora que recuperemos el concepto de fiesta.  La capacidad de pasarla bien, reírse y crear memorias no necesita relacionarse con las borracheras y el desenfreno que tanto dolor y sufrimiento traen a nuestras familias cuando, por ejemplo, alguien que ingirió mucho alcohol sale a  manejar y causa un accidente grave.   O cuando en medio de una actividad se pierde el control  y se hace uso de estupefacientes de forma descontrolada, y el futuro se les pierde.

Las celebraciones en las cuales la presencia de Cristo es central tienen como propósito revitalizar nuestra alma estropeada por el mundo y sus afanes.  Asistimos a esas fiestas y no llevamos a casa lastre, no hay resaca, ni sentido de culpa.  Las celebraciones centradas en Cristo son genuina diversión.

Características de este milagro

  1.  Llenar vasijas vacías. Cristo llega y siempre está dispuesto a llenar tus vacios.
  2. Produjo vino nuevo.  El da aquello nuevo que necesitas, porque lo viejo pasó.

Amigo lector, esta revista desea suplir Lo Esencial en tu vida,  no lo dejes pasar de largo.  Cristo es nuestra respuesta.  Él garantiza por medio de Espíritu Santo que tendremos amor, paz, gozo, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza (Gal. 5:22-23).  Toma de éstos sus frutos y mientras más tomes, más te satisfaces.   Al terminar tu copa nunca perderás el autocontrol, por el contrario más te auto-conocerás.

Fuiste creado para vivir con alegría.  No te conformes con poco, no te quedes vacio.  Cristo vino a llenarte a traer abundante gozo del que perdura.  Tu eres la vasija que Él quiere llenar hoy.  Dale la oportunidad y déjamelo saber.  Escríbeme un mensaje, cuéntame cómo te va con Su llenura, paz, amor y gozo.

Que Dios los bendiga,

Nydia